Romina trabaja como promotora desde hace más de 20 años. A punto de cumplir cuarenta, las propuestas laborales que recibe son escasas y mal pagas. Sin darse cuenta, comienza a transitar sus últimos días como promotora en bares, peajes y eventos empresariales para distintas marcas y productos. Por tal motivo, decide abandonar el mundo de las promociones, pero en una Buenos Aires en crisis y con altas tasas de desempleo no logra reinsertarse en el mercado laboral.